Velocidad, adelantamientos, colisiones, adrenalina… Toda la Nascar en 888sport, la casa de apuestas en la que vas a poder apostar a tu deporte favorito, sea cual sea. ¿Te encanta el automovilismo? En 888 sport vas a poder disfrutar de todos los deportes de motor, ya sea Moto GP, Fórmula 1 o como en este caso, la Nascar americana. Una competición en la que la velocidad, los reflejos y la precisión en la conducción son muy importantes.
En 888sport.es puedes hacer tus apuestas en todas las carreras de Nascar y convertirte en el rey del óvalo. La Nascar es la categoría automovilística más comercial y popular de los Estados Unidos, y la competición de stock cars ("automóviles de serie") más importante del mundo.
La característica más importante de la Nascar, y también la gran diferencia con las competiciones automovilísticas europeas reside en el diseño de los circuitos. Mientras que en las principales competiciones como la F1, F2 o WRC, los circuitos suelen ser muy técnicos y revirados, la mayoría de los circuitos de Nascar son simplemente un óvalo, con curvas solamente hacia un lado, generalmente hacia la izquierda, en el sentido contrario a las agujas del reloj. La otra diferencia principal, como ya hemos dicho, son los propios coches. A diferencia de los de la F1, los coches de Nascar son de serie.
Entra en 888sport y haz tus apuestas, eligiendo entre distintas opciones y mercados. Además del ganador de la carrera, podrás apostar a enfrentamientos directos entre los pilotos, o si alguno de los participantes copará alguna de las posiciones de podio o top 3.
Las carreras de Nascar son la competición más popular y seguida de EEUU, y nunca dejan indiferente a nadie por su espectacularidad. La gran cantidad de pilotos y coches en un circuito en el que no se hacen grandes diferencias entre coches, implica que casi todos los pilotos van muy juntos y se ocasiones accidentes, toques, adelantamientos y mucha tensión.
Los vehículos de gran cilindrada, por el uso de vehículos modificados provenientes de populares modelos de serie (Dodge Charger, Ford Mustang, Plymouth Superbird, Chevy Monte Carlo, Buick Regal, Ford Taurus…), y por transcurrir en la gran mayoría de pruebas del calendario en circuitos de tipo oval y en los que los espectadores pueden visualizar in situ prácticamente la carrera íntegra y a escasos metros de la pista.
La Nascar, al igual que la F1 también tiene sus equipos y fabricantes legendarios. Si en F1 el equipo más famoso siempre ha sido Ferrari y los fabricantes más fuertes tanto Ferrari como Mercedes, en la Nascar hay una marca que domina sobre todas las demás: Chevrolet, que ha competido con coches tan míticos como el Corvette C6.
La marca americana ha ganado numerosos campeonatos desde la creación de la Nascar a mediados del siglo XX, y es la única que ha logrado que sus motores ganasen el campeonato de forma consecutiva en 6 y 7 ocasiones, la primera entre 1993 y 1998 y la segunda entre 2005 y 2011.
Otras marcas que han logrado el título son Oldsmobile 88, Hudson, Chrysler, Plymouth, Pontiac, Ford, Dodge, Buick Regal y Toyota, esta última ya entrado el siglo XXI. Como podrás apreciar, a excepción de Toyota Nascar, la mayoría de los fabricantes son estadounidenses, y es que las marcas europeas o incluso Honda generalmente han tendido más a la competición que ha reinado siempre en Europa: la Fórmula 1.
Chevrolet es la marca más victoriosa en la NASCAR con 34 títulos y el éxito de Chevrolet (Impala Nascar), por un lado, reside en que sus motores han equipado durante muchos años a varios equipos participantes en la Nascar, entre los que se encuentra su campeón más laureado, Dale Earnhardt Sr. A lo largo de los años, los distintos modelos que han participado en la competición (desde el célebre Chevy Monte Carlo, pasando por el Impala SS y acabando con el siempre popular y espectacular Camaro actual), han dejado huella en los aficionados, habiendo sido pilotados por leyendas de este deporte. Ford es la segunda marca de coches que triunfa en la nascar por su histórico papel en el desarrollo de la industria estadounidense.
Las marcas elaboran versiones deportivas de los autos que están en producción en la industria, y actualmente solo compiten Ford, Toyota y Chevrolet, por lo que no estas marcas siguen engordando su palmarés.
La historia de la nascar comienza en esa década de los años 20 donde estos coches intentaban mover productos de un estado a otro para esquivar la ley.
Aunque parezca una leyenda urbana, el alcohol fue el causante de la creación de las carreras de Nascar. Con la prohibición del consumo y transporte de alcohol, los contrabandistas trataban de transportarlo en coches, y trataban de crear los bólidos más rápidos por si se veían envueltos en una persecución con la policía. Por ello, para poder escapar en caso de que fuera necesario, comenzaron a modificar sus autos. Los hacían más ligeros, aumentaban el espacio de carga y modificaban los motores.
A su vez, algunos conductores encontraron diversión en modificar y organizar carreras clandestinas, acto que se volvió popular y una especie de fuente de ingresos extra fuera del contrabando de alcohol. En 1933, se modificó la ley que prohibía el alcohol y el negocio se vino abajo, pero surgieron las carreras de manera oficial.
NASCAR o la National Association for Stock Car Auto Racing, nació el 14 de diciembre de 1947, después de que en Daytona Beach, (Florida) se diera una cumbre con pilotos, dueños, mecánicos y organizadores para establecer reglas para las competiciones que se disputaban en diferentes lugares de Estados Unidos con coches de serie y que competían generalmente en carreteras o circuitos de tierra.
En 1947 y 1948 se celebraron varias carreras de forma oficial, sin embargo, la figura de un campeonato como tal no existía aún. El primer campeonato llegó en 1949 y su primer campeón fue Red Byron, que ganó al volante de un Oldsmobile. Desde su incepción como organizadora en 1948 y de manos de Bill France, NASCAR siempre ha gozado de una gran popularidad dentro del mundo de los deportes del motor en los EEUU, y muy especialmente en ciertos estados del Sur, propiciado, principalmente, por el gran fervor del público americano.
A estas circunstancias se le añade el hecho de que la NASCAR siempre ha potenciado la interacción con el público (asistencia al paddock, firmas de autógrafos, merchandising, precios accesibles a los circuitos, difusión nacional televisiva, etc), algo que ha contribuido enormemente a afianzar la propia NASCAR dentro del mundo del deporte en los EEUU y poseyendo una base de fans sólida que le hace brillar y hasta codearse con más de una de las cuatro grandes ligas profesionales norteamericanas (NFL, NBA, NHL y MLB).
La idea de NASCAR siempre fue la de mantener coches totalmente cercanos a los modelos de producción, y durante varias décadas se usaron chasis originales. Sin embargo, conforme las normas de seguridad fueron avanzando, se tuvo que cambiar esto y sólo se mantiene una carrocería con rasgos similares a los de un coche de producción, mientras que los demás componentes son los de coche de carreras.
En la actualidad, desde 2009, el campeonato Nascar también se celebra en Europa, la Euro Nascar o Nascar Europea.
La nascar, además de las Nascar Cup Series con sus 41 carreras también regula las populares Camping World Truck Series, y las ARCA Series, estas últimas gozando de extrema popularidad y que sirven para promocionar los pilotos dentro del organigrama de la NASCAR. Todas ellas son de carácter profesional y disponen de un calendario y reglamento particulares, si bien es práctica común que muchos pilotos de la categoría máxima también compitan en alguna de ellas a lo largo de la temporada.
La prueba estelar de la NASCAR son las 500 Millas de Daytona, que bien podría ser la “Super Bowl” de la NASCAR, generando más de 2 billones en cuanto a impacto económico y en algunas ediciones (2002), llegó a rozar los 20 millones de espectadores en pantalla, habiendo estado presentes incluso los presidentes de los EEUU Donald Trump y George W. Bush en las ediciones de 2020 y 2004, respectivamente, así como de distintas personalidades del mundo del espectáculo, deporte, cine, etc. entre las que podemos incluir a Chris Evans, Ryan Reynolds, January Jones, Mark Wahlberg, Adam Sandler, Gerard Butler, Kurt Russell, Kevin Kostner, Tom Cruise (quien protagonizó Days Of Thunder), Michael Jordan, Kelly Clarkson, Jessica Alba, Jon Jones o Arnold Schwarzenegger, entre otros muchos.
Los pilotos de Nascar más famosos y laureados son:
Además de los ya mencionados Richard Petty y Dale Earnhardt Sr., con 7 títulos de Nascar cada uno en sus vitrinas, están:
Pero el eterno debate del automovilismo consiste en saber: ¿Quién es el mejor piloto de la historia? Si ya es complicado comparar pilotos de diferentes épocas en una misma categoría, imaginad cómo debe ser mezclar pilotos de todos los tiempos y de todas las categorías del automovilismo de competición.
Eso es lo que ha intentado hacer un jurado selecto, que ha elaborado una curiosa lista de los 25 mejores pilotos de la historia con un jurado de 19 miembros entre las que se encuentran varias leyendas del automovilismo.
Según este jurado, el top 5 lo ocupan estos nombres:
Foyt es hasta la fecha el único piloto que ha ganado las 500 Millas de Indianápolis, las 500 Millas de Daytona, las 24 Horas de Le Mans y las 24 Horas de Daytona y fue el primero de los únicos tres pilotos que han ganado 4 veces las 500 Millas de Indianápolis.
Son varios los pilotos que han dado el salto entre diferentes categorías, pero son pocos los que han tenido éxito en categorías diferentes. Entre estos se encuentran Juan Pablo Montoya, Jacques Villeneuve, Jarno Trulli, Raikkonen e incluso Hamilton ha probado un coche Nascar en una demostración.
Además de los reflejos, los atributos más importantes para un piloto de Nascar son también la preparación, y son muy importantes la experiencia y la trayectoria, además de un gran conocimiento mecánico, para poder exprimir el coche y sacarle el máximo rendimiento, o reparar o ajustar en caso de que sea necesario.
Recordar por último que en la NASCAR, son los equipos los poseedores de los números de competición de sus vehículos y que mantienen a lo largo de años y décadas, siendo la fidelidad de los patrocinadores y pilotos asociados a dichos vehículos muy longeva, algo que propicia su reconocimiento por parte de los seguidores con el paso del tiempo y permite identificar pilotos y vehículos (Richard Petty y su Dodge 43, el Chevrolet # 3 de Dale Earnhardt, Jeff Gordon y su Chevy 24 o el inconfundible Ford #9 de Bill Elliott).
NASCAR (National Association of Stock Car Auto Racing) es un organismo norteamericano que organiza y regula competiciones automovilísticas con vehículos modificados de serie, operando eminentemente en suelo estadounidense y en circuitos nascar de asfalto tipo oval.
La competición máxima de la NASCAR, denominada como “Nascar Cup Series”, incluye un total de 41 pruebas al año (31 temporada regular y 10 de playoffs), aglutinando a una cincuentena de pilotos (34 fijos en toda la temporada), siendo las Nascar XFinity Series (antes conocidas como Busch Series o Nationwide), el inmediato escalafón competitivo en cuanto a nivel e importancia, así como también existen categorías que operan bajo los auspicios de la propia NASCAR en México, Canadá y Europa como la euro Nascar.
La principal y obvia diferencia radica en el tipo de vehículo que se usa, siendo el coche tipo monoplaza el usado en la Fórmula 1 y un vehículo derivado de un modelo de serie (stock car) en el caso de la NASCAR; el primero posee la tecnología e ingeniería más modernas y extremas en todos sus componentes, mientras que en el segundo caso los coches NASCAR son algo más tradicionales y con ciertos aspectos similares a los que nos podemos encontrar en coches de calle, siendo el Corvette C6 Nascar uno de los modelos más conocidos y también participantes de la Nascar europea.
Los vehículos NASCAR son más pesados y menos ágiles que los bólidos de la Fórmula 1. Los coches de la Fórmula 1 están pensados para rendir en carreras de una hora y media de duración y los NASCAR muestran gran fiabilidad en carreras que pueden alcanzar las 4 horas de duración, siendo estos últimos más resistentes.
En el caso de la NASCAR, son 3 marcas principales que aportan vehículos a la competición (Chevrolet, Ford y Toyota), todos ellos muy homogéneos en lo que a motor, chasis y demás particularidades se refiere, y en ningún caso tales fabricantes poseen escudería propia, ejerciendo, pues, únicamente de proveedores.
Las escuderías NASCAR pueden tener varios pilotos en sus filas, cada uno de ellos con un patrocinador diferente y cierta estructura autónoma, algo impensable en la Fórmula 1, donde normalmente cada escudería dispone de dos pilotos y siempre bajo la bandera de un único grupo de patrocinio. Destacar que las órdenes de equipo en la NASCAR tienen un peso muchísimo menor en comparación con las existentes en la F1.
Bill France Sr., promotor de la carrera de Daytona International Speedway (el primer óvalo asfaltado y Super Speedway en los Estados Unidos) unió a los involucrados en la primera asociación de automóviles stock, la NASCAR, nacida en diciembre de 1947. Dos meses después, el 15 de febrero de 1948, se disputó la primera carrera en la historia del calendario de NASCAR, en Daytona.
El calendario NASCAR incluye una gran variedad de circuitos, siendo los de tipo oval los que predominan y caracterizan una competición (NASCAR Cup Series) que se desarrolla íntegramente en los EEUU. Ahora bien, nada tienen que ver los súper óvalos de Daytona o Talladega (y donde se alcanzan velocidades de 220 mph incluso con platos restrictores que impiden lograr velocidades aún mayores), a los de Martinsville o Dover (óvalos cortos con gran ángulo de peraltes y mucho más lentos), por citar un ejemplo.
Hoy en día existen competiciones bajo el amparo de NASCAR y que se desarrollan en Europa (NASCAR Whelen Euro Series), o en México (Nascar Peak México Series), presentando coches similares a los usados en los EEUU y alternando circuitos ovales con circuitos permanentes (en Europa estos últimos predominan, destacando los eventos en el Circuito Ricardo Tormo, en Hockenheimring, Zolder, etc)
Los motores NASCAR actuales, y siempre bajo las especificaciones del “Generation 6” (tanto Chevrolet, Ford como Toyota deben ceñirse a las mismas), presentan 8 cilindros en V con un cubicaje total de 5,86 litros y capaces de generar hasta casi 900 caballos de potencia, usándose gasolina de 98 octanos.
Las rpm máximas de los Nascar Engine (motores) pueden acercarse sin problema a las 10.000. No obstante, se imponen ciertas medidas técnicas para limitar tal potencia a los óvalos cortos y los óvalos que sobrepasan la milla (entorno a los 550 caballos), medidas que ya no requieren la implementación de platos restrictores en los famosos súper óvalos de Daytona y Talladega (se introducían hasta 2019). Tales restricciones obedecen a motivos de seguridad y para que los vehículos no sobrepasen las 200 mph, circunstancia que provocaría velocidades cercanas a los 230mph en caso de no tener limitación alguna y con los peligros que ello conllevaría (salidas de pista, vehículos literalmente volando, choques fatales con barreras protectoras, etc.) Los accidentes graves con causa de muerte padecidos por Kenny Irwin, Jr y Adam Petty (2000), provocaron que se revisase el modelo de limitación, insuficiente hasta por aquel entonces.
Tanto los equipos que montan el Chevrolet Camaro, el Ford Mustang GT como el Toyota Camry, pueden hacer modificaciones y ajustes precisos pero siempre bajo unas normas en cuanto a dimensiones, calibres, especificaciones varias y variables que se recogen en reglamento, por lo que tales reglajes pueden suponer una ligera ventaja que se traduce en un mejor rendimiento en carrera. Por norma general, cada motor tiene una vida útil por prueba, por lo que tras la finalización de ésta se procede a desmontar las piezas, algunas de las cuales pueden reutilizarse.
En función del tipo de circuito y duración de la prueba, se ajusta cada motor, al igual que el recorrido de las marchas existentes en cada vehículo (cambio manual, 4 marchas delanteras y 1 marcha de retroceso), siendo los ajustes del alerón posterior muy concretos.
En los medios que informan sobre la nascar en español hay unanimidad: Richard Petty es, incuestionablemente, el nombre más relevante dentro de la historia de la NASCAR. “The King”, nacido en el seno de una familia plenamente involucrada en el deporte del motor, amasaría un total de 200 victorias y 7 títulos absolutos en una longeva carrera de 34 años (1958 / 1992). En lo que a títulos se refiere, iguala al malogrado Dale Earnhardt (fallecido en la edición de las 500 Millas de Daytona de 2001), y Jimmy Johnson, pero ambos por debajo en lo que a carreras ganadas y otras estadísticas similares (pole positions, participaciones, etc). Su icónico coche azul con el número 43 adornado con su longevo patrocinio de STP (dos décadas), es historia con nombre propio no sólo en la NASCAR, sino en el mundo del deporte, y muy especialmente en los EEUU. Y es que la figura inconfundible de Richard Petty con su sombrero de cowboy y gafas de sol ha trascendido mucho más allá de los paddocks y del asfalto que le vieron forjar una carrera como piloto tan exitosa como legendaria.
Miembro del Hall of Fame de la Nascar, su trayectoria e impacto en la propia NASCAR sigue intacta a día de hoy, personificando atributos intrínsecos y adherentes de la competición reina de los stock car, perseverancia, tenacidad, hambre de victoria, sufrimiento, agresividad e incansable trabajo. Su progenitor, Lee Petty, marcó los primeros pasos de una generación de pilotos ilustre y de gran reconocimiento, logrando en su periplo competitivo 3 títulos NASCAR. Su hijo Kyle también fue un popular piloto de la NASCAR durante los años 80 y 90, alargando su carrera hasta el año 2008.
NASCAR establece el número de millas a recorrer por prueba, oscilando entre las 200 a las 500, repitiendo óvalo a lo largo de la temporada y hasta en 3 ocasiones, si bien las distancias y el nombre que da lugar a la carrera (asociado a un patrocinador y que siempre viene acompañado por el número de millas a cubrir ejemplo) son siempre diferentes.
Los óvalos, a grandes rasgos, se dividen en tres tipos: los súper óvalos (Talladega y el nascar Daytona son los mejores exponentes), óvalos intermedios que oscilan entre 1 y 2 millas (Charlotte, Kentucky, Atlanta, etc) y los óvalos cortos , generalmente de media milla (Dover o Martinsville, por ejemplo). Todos ellos presentan peraltes de diferente ángulo, e incluso con variaciones entre ellos en un mismo circuito, haciendo que cada giro sea único, existiendo también óvalos planos y sin apenas peralte.
Los pilotos de rallies atesoran gran condición física, un alto grado de adaptabilidad y una extrema capacidad de improvisación que les permite rendir en terrenos de muy diferente tipo (nieve, asfalto, tierra, grava, hierba…), y en situaciones cambiantes.
Los pilotos de Fórmula 1, en cambio, deben afrontar severas deceleraciones y bruscas fuerzas G, a lo que se le suma velocidades que superan los 300 km/h, aceleraciones, adelantamientos, rodar en situaciones cambiantes (seco/lluvia), conocer circuitos permanentes y urbanos, manejar la presión de rivales cercanos y ejercer suprema precisión en lo que a todas las maniobras del vehículo se refiere. Disponen de períodos de tests y los circuitos en los que compiten suelen ser casi idénticos con el paso de los años.
En la NASCAR, los pilotos afrontan largas carreras y un calendario extenso, así como deben soportar la presión de circular continuamente con rivales a su alrededor, manejar debidamente el contacto físico entre vehículos, rodar a altísimas velocidades a fondo, todo ello con escasas ayudas tecnológicas en materia de conducción.