¿Han perdido su esplendor los torneos de copa nacionales?
Competiciones de copa de fútbol nacionales como la FA Cup, la Coupe de France y la Copa del Rey en España han existido desde que empezó el fútbol. Las competiciones bien arraigadas se han considerado a menudo como míticas y mágicas, y han dado la oportunidad a los equipos más humildes a enfrentarse a los gigantes de este deporte. Pero cuanto más dinero en juego hay en las principales divisiones de Europa y en la Champions League, menos parecen estar centrándose los entrenadores en estos premios menos importantes. Con las competiciones más grandes ahora eclipsando a los torneos nacionales, ¿estas copas clásicas han perdido su esplendor?
Es la pregunta del millón de dólares que esperamos responder en este artículo del blog de 888sport.es como ya vimos al debatir sobre las copas en Inglaterra, el país que más prestigio concede a estos trofeos.
La magia de la copa
Las competiciones de copas nacionales han sido consideradas como ocasiones especiales, con frases hechas como "la magia de la copa", que a menudo se utilizan para describir vínculos inolvidables. La FA Cup es en realidad la competición de fútbol nacional más antigua del mundo, ya que se juega desde la temporada 1871-1872. La Coupe de France tiene más de cien años, desde 1917, y la Copa del Rey de España se jugó por primera vez en 1903, lo que la convierte en la competición de fútbol más antigua del país.
Las tres copas están abiertas a todos los equipos que juegan en los países correspondientes, lo que significa que los equipos que no juegan en las competiciones más importantes tienen la oportunidad de llegar a las últimas fases de liga. Es por esa razón que estas copas son sin duda ocasiones mágicas para los equipos que no tienen la oportunidad de competir de manera periódica contra los clubes de élite.
A los seguidores neutrales les encanta ver victorias sorpresa cuando los equipos de las divisiones inferiores piden la cabeza de uno de los mejores clubes del país. También pueden dar lugar a emocionantes oportunidades de apuestas online ofrecidas por las casas de apuestas cuando los equipos no favoritos tienen cuotas altas. Estas ocasiones siguen siendo mágicas, y ha habido muchas sorpresas en los últimos tiempos.
Por ejemplo, el Newport Town de la League 2 eliminó recientemente al Middlesbrough de la Championship para acabar empatando en casa con el Manchester City, en la quinta ronda de la FA Cup. La Coupe de France es quizás la competición que mejores oportunidades da a los clubes menos famosos.
La copa está diseñada de tal manera que a los equipos de menor rango siempre se les da una ligera ventaja sobre aquellos que juegan en las divisiones más altas. Las reglas establecen que los clubes de mayor categoría están obligados a jugar como equipo visitante si compiten dos niveles por debajo de ellos. Esto les da a los equipos de menor renombre la oportunidad de competir contra los pesos pesados en su propio campo, y también puede ser un placer para los aficionados de estos clubes ver a algunos de los mejores jugadores del país visitarlos.
El año pasado, un club amateur llegó hasta la final. Los Herbiers VF jugaron en el Stade de France, pero finalmente fueron derrotados 2-0 por el Paris Saint-Germain. Si el pequeño club francés hubiera ganado, habría sido una de las mayores sorpresas de la historia de los pronosticos de futbol.
El dinero que mueve la Champions League
A pesar de que todavía hay algo de magia alrededor de las competiciones de copas nacionales, podría argumentarse que están perdiendo su esplendor simplemente porque a los clubes más grandes no les importan tanto como a los más pequeños.
A ojos de los clubes de élite, tiene más sentido decidirse por las grandes cantidades de dinero que se mueven con tan solo coger un vuelo nacional de primera clase y plantarse en la Champions League. La Champions League es la competición de copa más prestigiosa del mundo. La competición, tal y como la conocemos ahora, se celebró por primera vez en 1992, y amplió el anteriormente conocido Trofeo de la Liga de Campeones de Europa para que incluyera una fase de grupos y permitiera el ingreso de múltiples participantes provenientes de diferentes países.
Los clubes que participan en la competición pero que son eliminados en la fase de grupos reciben 230.000 euros. Sin embargo, aquellos que logran hacer todo el camino y ganar el trofeo se llevan unos 19 millones de euros.
Este dinero no solo proporciona fondos a los clubes para fortalecerse en el mercado de traspasos, sino que las continuadas demostraciones de juego en la competición de competiciones también ayudan a atraer a los mejores jugadores. Si un equipo llega a la final de la Champions League, habrá jugado un total de trece partidos adicionales durante la temporada. Esta competición se sucede entre la liga nacional y los partidos de copa, por lo que hace a los equipos abarcar mucho y apretar poco.
Esto significa que los entrenadores que quieran tener la oportunidad de llegar a las últimas fases del torneo europeo deben hacer descansar a sus jugadores clave cuando se disputan otros partidos para tener garantizado que estarán lo suficientemente en forma como para competir llegado el momento.
A pesar de esto, el Barcelona ha ganado los últimos cuatro títulos de la Copa del Rey. Los gigantes españoles están a la cabeza de las cuotas de La Liga para ganar otro título de liga este año, y dado que el equipo es tan enorme, pueden tener lo que se necesitan para luchar en todos los frentes.
Oportunidad de los entrenadores de utilizar toda la plantilla
Desde el punto de vista de los jugadores que no tienen la oportunidad de jugar habitualmente en el primer equipo, las copas nacionales son una excelente manera de verlos de acción. Algunos clubes compiten en cuatro competiciones diferentes durante gran parte de la temporada, por lo que para evitar que los jugadores se cansen, los entrenadores tratarán de que su plantilla rote siempre que sea posible.
Debido a que hay tanto dinero en juego en la Premier League, La Liga, la Ligue 1 y la Champions League, los entrenadores de los equipos de élite en estas divisiones tienden a colocar las copas nacionales mucho más abajo en su lista de prioridades.
Los aficionados quieren ver el progreso de sus equipos en las grandes competiciones, pero también quieren verlos hacerse con algunos trofeos de menor categoría. A menudo, esto puede llevar a cierta frustración cuando los entrenadores sacan a un equipo lleno de suplentes para terminar en el lado equivocado de la victoria.
Cuando el Manchester United de José Mourinho eliminó al Tottenham Hotspur en la semifinal de 2018, el entrenador de los Diablos Rojos declaró que la copa «no era gran cosa». Mauricio Pochettino también anunció recientemente que había colocado a su equipo entre los cuatro primeros de la máxima categoría inglesa, por encima del trofeo de plata de la copa, lo que tiene sentido desde un punto de vista económico.
Sin embargo, los aficionados del club quieren ver a sus jugadores tratando de ganar tantas medallas como sea posible. Cuando los aficionados pagan el precio de una entrada para ver jugar a su equipo, también quieren ver a los mejores jugadores en acción. No quieren ir hasta el estadio para ver cómo el entrenador saca al terreno de juego a un equipo debilitado que sale a por la copa con resignación, simplemente porque quiere reservar a los principales jugadores para las grandes competiciones.
El problema es que parece ser que esa es la forma que van tomando algunas copas en la actualidad. Son una manera de mantener a los jugadores de la cantera en forma y darles la oportunidad de demostrar que están listos para ascender al primer equipo. Esto verdaderamente quita algo de brillo a las competiciones. Para los clubes fuera de la élite europea, que no tienen una Champions League con la que lidiar, todavía hay mucha magia alrededor de las copas nacionales.
El problema es que el hecho de que algunos equipos vean las competiciones más pequeñas como poco importantes quita el brillo que se merecen y parte del crédito a los clubes más pequeños, que se merecen ganar partidos. Los equipos más grandes deben respetar estas viejas copas y asegurarse de dar a los aficionados el mejor valor por su dinero.
* Fotografía de portada: AP Photo
